sábado, 18 de agosto de 2007

¿Es que no lo ves?

Lucía presiona con más fuerza de la necesaria su dedo pulgar sobre el botón “pause” del mando a distancia dejando congelada la imagen en el televisor y, señalando la pantalla con el mando, le dice a su amiga mirándola fijamente:
_ Ahí está, ahí está.
_ ¿El qué? ¿La puerta de Alcalá? Le responde con sorna Carmen que no comprende la repentina excitación de Lucía.
_ ¿No lo ves? FIN. Se acaba la película y aparece el FIN.

_ ¿Y?_ le pregunta Carmen con cara de no entender nada.


_ Pues eso, que no estamos acostumbrados a ver la palabra FIN y, cuando llega, no la reconocemos. Antes te aparecía en la pantalla FIN y sabías que se había acabado la película. Ahora simplemente aparecen los créditos y te quedas mirándolos a ver si pasa algo más pero no eres tan consciente de que todo ha terminado, lo serías más si antes te hubieran puesto un FIN como ése, bien grande y con mayúsculas. Y lo mismo en los libros, al final uno en negrita. Y en los artículos de periódicos, revistas, cómics y tebeos también.


Mientras Lucía proclama apasionadamente su discurso, Carmen se estira en el sofá y, con la pierna derecha levantada, hace círculos con el pie que se le ha quedado dormido al tenerlo aprisionado durante toda la película en una de esas extrañas poses en las que suele acomodarse a la hora de visionar. Sigue sin entender muy bien lo que quiere decir Lucía pero sigue atendiendo a la oratoria de ésta incorporándose para darse un masaje en la zona afectada.


_ Todo nos entra por los ojos, la vista es la reina de los sentidos pero la palabra FIN parece que ha desaparecido de nuestro campo visual y también de nuestro vocabulario.¿Quien dice “esto es el fin”? Si acaso utilizamos “final” pero, aunque significan lo mismo, FIN es mucho más rotundo, tiene más fuerza. Esta ausencia hace que no sepamos reconocerlo cuando llega_ prosigue Lucía ante una Carmen que la contempla atónita preguntándose a que viene toda esta disertación pero la incógnita pronto se resolverá:


_ ¿Qué pasa con Juan? ¿Lo habéis dejado otra vez? _con voz hastiada_ ¿Cuántas van? Porque ya he perdido la cuenta.


Carmen cambia el gesto, entiende a dónde quiere llegar su amiga, y poniendo el pie en el suelo la mira fijamente para preguntarle:


_ ¿Cómo lo sabes? ¿Quién te lo ha dicho? Porque no lo sabe nadie a no ser que…


_ ¿Quizá ha sido tu andar como alma en pena?_ le interrumpe_ ¿Qué respondes con monosílabos cuando se te pregunta? ¿Que no has dicho una palabra en toda la tarde? ¿Que has rechazado un “american donuts” sin dudar? Creo que son pruebas más que evidentes, sobretodo la última.


_ Bueno, nos hemos dado un tiempo_ bajando la mirada y poniéndola en un punto fijo del suelo.


_ ¿Un tiempo? ¿Y que vas a hacer? ¿Quedarte a ver los créditos?


_ Es que no sé si veo el FIN.


_ ¿Cómo que no lo ves? ¿Qué quieres? ¿Qué aparezca con luces de neón? Llevas tres años así. Olvídate de los finales abiertos. La película se ha acabado y ya está, no hay segundas partes. Ponte a ver otra que de ésta ya te sabes los diálogos de memoria.


_ ¡Aaay! No me riñas_ levanta la vista del suelo, se acurruca en el sofá poniendo cara de puchero y voz añinada_ que estoy muy débil_ intentando que aparezca la palabra estrella en la conversación.


FIN