miércoles, 2 de julio de 2008

Se conserva






¿Qué te apetece comer?, le pregunto a Luisa mientras abro la nevera. Estamos en mi casa, acabamos de llegar de la piscina y, aunque cansadas, contentas porque el ejercicio es fuente de salud, nos hace liberar endorfinas que ayudan a combatir el mal humor y aliviar la depresión. En estos tiempos que corren… mucho hay que nadar.

Me contesta con un no sé, algo ligero, una ensalada estaría bien, mientras yo inspecciono la nevera. A ver, tengo lechuga, tomate… ¿Quieres que le ponga mejillones?, le digo, tengo unos muy buenos de lata de las Rías Gallegas.

¡Nooooo!, me chilla. Su reacción me parece exagerada y un poco sobreactuada, puede que tal vez se haya tomado demasiado en serio el curso de teatro al que se apuntó el mes pasado. Lo que no llego a entender es el por qué de la negativa, tal vez sea por los mejillones, pienso, pero no, a ella le encantan, también me planteo la posibilidad de un boicot a los productos gallegos en plan revancha a algunas declaraciones o actuaciones nacionalistas de las que no tengo noticia ya que no estoy al tanto de la actualidad política, pero tampoco, mi amiga es bastante sensata.

Y en esas cábalas estoy cuando interrumpe mis pensamientos con un tajante “No puedo con las latas. Y todo por culpa de la cirugía estética”

Dicho así parece un titular de prensa rosa, pienso mientras la miro con extrañeza. Aún sabiendo que el funcionamiento del cerebro es todavía un misterio para el hombre, sus asociaciones mentales, sobre todo las de Luisa, nunca dejan de sorprenderme.

Es que cuando veo a todas esas mujeres tan operadas, buscando la eterna juventud e intentando conservarse igual que hace veinte años, queriendo enlatar el tiempo con resultados tan nefastos, me dice, porque al final lo único que ves son viejas operadas, mientras se sienta y apoya su brazo en la mesa. Mujeres conserva las llamo, y ahora cada vez que abro una lata, veo a alguna de ellas.

La mente humana seguirá siendo un misterio para la humanidad mientras siga produciendo esos pensamientos, pienso y, entre risas empiezo a interrogarla, ¿A quién ves en los mejillones en escabeche? Sin dudar me responde Marujita Díaz, ¿Y en los naturales? A Isabel Preysler, ¿En los espárragos blancos? A Nicole Kidman, y añade, los palmitos al natural me recuerdan a Kylie Minogue, por cierto, me dice, ¿te has dado cuenta que estas dos cada vez se parecen más?, casi como hermanas. Deben de tener el mismo cirujano, le respondo mientras las visualizo, puede que mantengan una relación paternoplásticofilial. ¿Calamares en su tinta?, reconozco que la cosa me divierte , Cher, me contesta, ¿En salsa americana? Meg Ryan, en las almejas al natural se me aparece Laura Valenzuela y en los berberechos, su hija, Lara Dibildos, sigue diciendo, la perdiz en escabeche me recuerda a Sara Montiel, y las vieiras en salsa de tomate Ana Obregón, los pimientos del piquillo a Pamela Anderson, por su abundante relleno, debe ser. ¡Y no te creas que lo tíos se escapan! Ya no puedo comer foie-gras la Piara sin ver a Mickey Rourke o Tony Curtis. Pobres, no se dan cuenta de que hasta las latas tienen su fecha de caducidad. Si, en la tapa o base del envase, le digo. O en el DNI., añade, es que la cirugía estética funciona como una tarjeta de crédito. No pagas en el momento pero al final te pasan el cargo.

Mejor unos huevos revueltos ¿no?, le pregunto inspeccionando la nevera.




sábado, 12 de abril de 2008

el amor mancha

Si utilizáramos el lenguaje cinematográfico para contar esta historia, que no por cotidiana hemos de juzgar trivial, empezaríamos con un larguísimo plano secuencia en el que unas piernas de mujer a unos zapatos de tacón pegadas, después de subir la escalera de una casa antigua, apoyándose con su mano derecha en una barandilla de madera, darían unos pocos pasos situándose delante de una puerta de madera oscura, la cámara iría ascendiendo hasta llevarnos a una mano que introduciría una llave en la cerradura haciéndola girar, se abriría la puerta mientras sonaría un leve chirrido que nos haría pensar la necesidad de un poco de aceite para suavizar las bisagras, las piernas avanzarían por el pasillo, se pararían y un abrigo caería en una cama, después un bolso, unos pies serían despojados de sus zapatos y mientras todo esto sucede se oirían dos voces en off. Pero esto no es cine, es… sería pretencioso llamarlo literatura, así que lo dejaremos en texto, un diálogo-guión cuyas escenas podéis imaginar...


MANCHA: Estos días en el cubo de la ropa sucia contigo han sido los mejores de mi vida. No quiero que se acaben nunca.


JERSEY: Para mí también pero se acerca el fin porque hoy es miércoles y toca colada.


MANCHA: No digas eso ¡No, no no! No quiero dejarte. Si quisieras… podríamos intentarlo.


JERSEY: No es que no quiera, lo deseo tanto como tú pero lo nuestro es imposible. Esta relación está llena de problemas. ¿Es que no te das cuenta de que intentarán separarnos? Tú eres negra y yo soy blanco. Tendremos que luchar contra el rechazo social más absoluto. Nos señalarán con el dedo.


MANCHA: No me importa, estoy muy segura de lo nuestro. Mi amor por tí es muy fuerte, nunca antes había manchado así.


(Ya sé que he dicho que no iba a comentar nada pero aquí un primer plano de la mancha negra quedaría muy bien)


JERSEY: Y ahora dirás “Te querré siempre”…Eso ya lo he oído en boca de otras pero se cansaron de luchar, se rindieron y al final terminaron yéndose dejándome marcado. Mírame al trasluz y verás.


MANCHA: Está claro que no eres un suéter de temporada, ya has tenido tus lavados y tus manchas pero eso no te debe frenar. No debes dejar que te condicione. Las otras eran eso, “otras”. Ahora estoy yo y esto es el presente. Permaneceré contigo a pesar de lavados y prelavados, agua fría o caliente. Lo nuestro es diferente.


JERSEY: Es verdad que has penetrado con fuerza en mi tejido y me has tocado la fibra. Pero ¿Y si utilizan K-7? Hay un bote en el armario de la derecha, en el primer estante.


MANCHA: Olvida tus temores. Nuestro amor es tan fuerte que ningún quitamanchas podrá separarme de tí. ¡A Dios pongo por testigo que ni el detergente más biodegradable, ni la lejía del futuro conseguiran apartarme de tu lado de tu lado!


JERSEY: ¿Y el frotar a mano?


MANCHA: ¡Por favor! No dudes tanto. Lo importante es que ahora estamos juntos. El futuro ya llegará, no te deshilaches por él. Es cierto que esto se puede acabar pero puede ser que no. Hay amores que duran.


JERSEY: Bueno, si. Pantalón de Chándal y Lejía llevan muchos años juntos pero nunca salen de casa. No puedo evitar pensar que, si seguimos adelante, nadie nos querrá llevar. Terminaremos en una bolsa de ropa para cáritas o, en el peor de los casos, como trapos para limpiar cristales o quitar el polvo.


MANCHA: Pero forever juntos, eso es lo importante.


JERSEY: Mira, ya viene. La mano que mete la ropa en la lavadora….


MANCHA: Es la mano que domina el mundo.



A Anuzo

lunes, 24 de marzo de 2008

mentira podrida







Dos del mediodía, dos chicas, una parada del autobús y un cartel. Las dos de un lunes que inicia la jornada laboral, las chicas Raquel y María sentadas en la parada del autobús con marquesina e indicación de todas las líneas y frecuencia de paso que a menudo no se corresponde con la realidad y el cartel, de un comercio, en la acera de enfrente. Están en silencio, Maria hace círculos en el suelo con el pie y Raquel, que observa fijamente el letrero, le da un leve codazo para reclamar su atención y hacerle partícipe de su visión.


_ Es que no veo bien de lejos y, además, me da todo el sol_ poniéndose una mano sobre la frente_ ¿Qué pone?


_ SE ALQUILA, cosa que no me extraña porque con ese cartel infame lo más normal es que el negocio no le funcionara. ¡Que combinación más horrorosa! Azul con granate y amarillo y esa tipografía_ Raquel gira la cabeza hacía su amiga_ ¿De que sería el comercio?


María mantiene la mirada fija al frente y acurruca los ojos para poder ver mejor. Hace tiempo que no ve bien de lejos pero se resiste a ponerse gafas, no sabemos si por coquetería, por dejadez o porque no quiere ver la realidad tal cual.


_ Si que es feo, si. Y tan impersonal, sería un negocio de importación - exportación o algo parecido_ adelanta la cabeza para ver si así logra leer el nombre_ ¿Cómo se llama?


_ JUANJO PÉREZ, S.L _ le responde Raquel_ El nombre tampoco dice mucho a su favor. Yo creo que debería vender cosas al por mayor, no sé, productos de peluquería…


_ Me sabe mal que haya cerrado. Puede que invirtiera todos sus ahorros en montar este negocio y ahora, fíjate_ haciendo una mueca de disgusto y preocupación_ ¿No podría haberle dicho alguien a Juanjo Pérez que ese cártel era espantoso_ señalándolo_ que con esa imagen no iba a triunfar? ¿Qué estaba condenado al fracaso? ¿Su familia? ¿Amigos? ¿No había nadie que le que le dijera la verdad?


Las dos y diez, se acerca un autobús. Raquel se levanta expectante para ver si es el suyo pero no, es el tres. Vuelve a sentarse con María mientras le dice:


_ Pero ¡que infeliz eres! ¿De verdad piensas que la gente quiere oír la verdad? No, nos da igual, lo que esperamos es oír lo que queremos que nos digan y creer que nos lo dicen de verdad. Seguro que a Juanjo Pérez alguien le dijo que se iba a estrellar y él o no lo oyó o lo reinterpretó a su manera para que le cuadrara con lo que quería hacer.


_ ¿Que hizo “oídos sordos”?


_ Pues si. Por que, a ver, ¿Cuántas veces te han pedido consejo para luego no hacer ni caso? ¿Has tenido conversaciones sobre un tema hasta aburrir y luego no han servido de nada?


_ Mujer, yo creo cuando pides una opinión lo haces para tener diferentes puntos de vista y aclararte cuando tienes dudas


_ Ya. No te digo que en algunos casos sea así pero la mayoría de las veces te cuentan una historia, te preguntan tu opinión y tú, con toda tu buena intención, se la das con el mayor tacto posible. Si le gusta, todo va bien y si no, en el mejor de los casos ignora lo que le has dicho y en el peor, se enfada_ cruzando los brazos_ son ganas de marear.


_ Pero eso es engañarse a un mismo.


_ Maria, no me seas Bucay. Pues claro que nos engañamos. La mentira forma parte de nuestras vidas en mayor medida que la verdad. Tiene muy mala prensa pero no creas que es tan negativa porque ante las verdades universales, si no nos mintiéramos, mal lo llevaríamos. Es necesaria.


_ ¿Verdades universales? ¿Qué quieres decir?


_ Pues del tipo estamos solos en el mundo, que nos hemos de morir, que la desigualdad existe, la angustia existencial, el miedo. Si no nos engañáramos un poco seríamos unos amargados.


_ No sé_ dudando sobre lo que acaba de oír_ A veces eres un poco tajante.


_ Tajante no, realista. Mira, por fin viene mi autobús a las dos y media. Anda, échale un ojo al cartel de las frecuencias. ¡Y a ver si vas al oculista!


Maria se gira, busca el setenta y dos y lee:


Regulació horària

Horari d’Hivern Lab. Ds. Fest.

Primera eixida 4.12h 4.12h 4.50h
Ultima eixida 22.30h 22.49h 22.10h
*Frecuència de pas 9-13m 12-18m 20-22m

Horari d’Estiu Lab. Ds. Fest.


Primera eixida 4.12h 4.12h 4.50h
Ultima eixida 22.49h 22.49h 22.10h
*Frecuència de pas 12-15m 12-15m 20-22m


*Aproximació amb tots els cotxes en línia.